martes, 11 de mayo de 2010

Ejercicio sobre una enfermedad infecciosa y no infecciosa

TÉTANOS – ENFERMEDAD NO INFECCIOSA
Tétanos (o tétano) es una enfermedad no contagiosa, frecuentemente mortal, provocada por una potente neurotoxina, la exotoxina tetanospasmina, que es producida por una bacteria del género Clostridium. La bacteria prolifera en condiciones anaeróbicas, es decir, en ausencia de oxígeno y segrega sustancias tóxicas (toxinas) que penetran en las fibras nerviosas motoras periféricas hasta llegar al sistema nervioso central con afectación inhibitoria de neuronas productoras del neurotransmisor GABA y el aminoácido glicina, provocando la típica parálisis y espasmos musculares. La bacteria produce esporas resistentes y provienen de casi cualquier parte, incluso del polvo de la calle o el suelo del jardín. La infección ocurre por la penetración de las esporas en las heridas contaminadas.
Se manifiesta de forma esporádica en personas no inmunizadas o inmunizadas parcialmente por no haber recibido las dosis de refuerzo que cada cierto tiempo se administran a las personas vacunadas.
Hay un tétanos conocido como tétanos neonatal, de los recién nacidos, pero en general es una patología, fácilmente evitable mediante profilaxis vacunal, que se presenta en cualquier edad.
Patogenia
La contaminación con tétanos se produce a través de heridas abiertas que entran en contacto con agentes infectados. Una vez en el interior del organismo, se multiplican y liberan dos sustancias tóxicas: la tetanolisina y la tetanospasmina.
Tratamiento
La herida se debe limpiar bien y eliminar la fuente de la toxina, retirar el tejido muerto y dejar expuesto al aire ya que el oxígeno mata a las bacterias anaeróbicas. La penicilina (o tetraciclina para pacientes alérgicos) ayuda a reducir la cantidad de bacterias pero no tienen ningún efecto en la neurotoxina que producen. También se debe administrar inmunoglobulina humana antitetánica para neutralizar la toxina circulante que aún no se ha unido a las terminaciones nerviosas.
Prevención
Vacuna antitetánica
El tétanos se puede prevenir mediante la vacunación. Un refuerzo de la vacuna es recomendable cada 10 años. Por lo general, se da una vacuna cada vez que un paciente sufre un pinchazo o una herida cuando no se tiene la certeza de su vacunación.


VIRUELA – ENFERMEDAD INFECCIOSA

La viruela es una enfermedad infecciosa grave, contagiosa, causada por el Variola virus, que en algunos casos puede causar la muerte. No hay tratamiento especial para la viruela y la única forma de prevención es la vacunación. El nombre viruela proviene de la palabra latina que significa “manchado” y se refiere a los abultamientos que aparecen en la cara y en el cuerpo de una persona infectada. Según la OMS la viruela es la única enfermedad que está totalmente erradicada de todo el planeta.

Vacunación

En 1796 Edward Jenner inició lo que posteriormente daría lugar a la vacuna: un ensayo con muestras de pústula de la mano de una granjera infectada por el virus de la viruela a través de una vaca, y lo inoculó a un niño de 8 años. Tras un período de 7 días el muchacho presentó malestar. Pocos días después, Jenner volvió a realizar varios pinchazos superficiales de la temida viruela, que el muchacho no llegó a desarrollar.

Sintomatología

Las formas clínicas de la viruela son dos: viruela mayor es la forma grave y más común de la viruela, que ocasiona una erupción más extendida y fiebre más alta.

Transmisión

Para que la viruela se contagie de una persona a otra, hará falta que estén en contacto directo y prolongado, cara a cara. La viruela también puede transmitirse por medio del contacto directo con fluidos corporales infectados o con objetos contaminados, tales como sábanas, fundas o ropa. Rara vez la viruela se ha propagado por el virus transportado por el aire en sitios cerrados como edificios, autobuses y trenes. Los seres humanos son los únicos portadores naturales del virus de la viruela. No se conocen casos de viruela transmitidos por insectos o animales.

Una persona con viruela a veces es contagiosa cuando empieza la fiebre (fase pródromo), pero alcanza su máxima capacidad para contagiar cuando empieza a salir la erupción. Por lo general, en esta etapa la persona infectada está muy enferma y no puede desplazarse en su comunidad. La persona infectada es contagiosa hasta que se le haya caído la última costra de viruela.



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